viernes, 4 de junio de 2010

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  1. CARTA PARA FERNANDO CEREZO LORENTE
    ¡¡¡Hola muchacho!!!
    Sabes que es verdad que te echaremos mucho de menos porque estás con nosotros desde el primer encuentro y porque te queremos; y que ahora, si no vienes, es por una cuestión de fuerza mayor.
    Espero que sepas que, por lo menos yo, aunque no rece ninguna oración por ti, intentaré enviarte toda la energía positiva de la que sea capaz, cada vez que te recuerde. No es que me haya vuelto ateo, sencillamente es que mi forma de entender a dios ha ido evolucionando con el tiempo y ya no lo veo ni lo siento de la misma manera en que lo hacíamos antes.
    Yo estoy convencido de que es un puro trámite lo que te sucede en la máquina ya que, la CIA (Comunicación Inter- Auricular) es un agujero que se ha abierto en el tabique auricular en un lugar distinto de donde tenía que estar, que ha estado contigo desde siempre y hasta ahora no ha dado señales de vida. Cierto es que nuestro cuerpo tiene memoria celular y que, con el paso de los años, todo lo que llevamos escrito, de una u otra forma se desvela. Pero también entiendo que si hubiera sido algo más importante, no hubieras crecido tanto, porque las enfermedades congénitas cardíacas (o sea, las que no son heredadas de los padres pero sí que se tienen desde el nacimiento), dificultan el crecimiento corporal. Y eso a ti no te ha sucedido.
    Así que mucho ánimo y recuerda que te recordamos y que con cada recuerdo va una oración (o un paquete de energía positiva). Tanto una como otra de estas cosas son traducibles: si lo que quieres es oración, el paquete de energía se convierte en eso. Si lo que quieres es energía, la oración es sencillamente eso. Independientemente de lo que necesites, sabes que cuentas con nuestro apoyo y que también estaremos contigo como parte de tu propia familia.


    Un gran abrazo. ÁNGEL

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