FOTO DE PRIMERO
5º BACHILLER
6º BACHILLER MONTILLA
ARRIBA.( DE IZDA A DCHA) : ALEPUZ, ORTIZ, CARMELO, JEREZ, VICENT, ALBUQUERQUE, MARCELO, RUFINO Y AGUIRRE
ABAJO (DE IZDA A DCHA): FELIPE, LUQUE, ESCALERA, JASPEZ, PABLO, ALCAIDE Y AYALA
ESTA FOTO ME LA PASÓ NUESTRO COMPAÑERO Y AMIGO CARMELO.
He subido croquis del google earth y foto del colegio
domingo, 24 de mayo de 2009
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Acabo de descubrir por casualidad este blog. Yo también estube en Pedro Abad. Hice allí tercero y me echaron en la Navidad de cuarto por no tener vocación según el director. Mis compañeros de classe son los de la foto de arriba que pone 5º Bachiller. Excepto dos personas, a los otros los he reconocido a todos. Es una sensación increible. Entonces tenia 13 años y ahora tengo 52.
ResponderEliminarHola Paco. Soy Juan Alcaide el segundo abajo de derecha a izquierda. Me alegra que hayas encontrado el blog.
ResponderEliminar¿Nos puedes decir tus apellidos? Para que podamos recordarte mejor.
Un abrazo Juan
Hola Juan. Mis apellidos son Centeno López. Soy de un pueblo de Málaga pero hace ya muchos años que vivo en Barcelona. Viendo esa foto en el patio del colegio ha sido como entrar en la máquina del tiempo y recordar el timbre de voz que teníais cada uno después de 40 años. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Paco. Soy Carmelo. Me alegra que poco a poco vayamos reencontrándonos todos. No logro averiguar quien eres, pues en la foto que dices estamos todos identificados y no se quien eres tu, me suenan mucho tus apellidos pero no acabo de ubicarte. En cualquier caso un fuerte abrazo. Carmelo
ResponderEliminarHola Carmelo. Me alegro de saludarte. Yo no estoy en la foto. Esta os la hicísteis cuando estábais en quinto y yo estuve con vosotros todo tercero y hasta la Navidad de cuarto. No pude despedirme de nadie porque cuando estaba en casa mis padres recibieron una carta diciendo que no hacia falta que volviera. Algunos días más tarde mi padre volvió al colegio a recoger las cosas que me había dejado allí. Me ha llenado de emoción encontrar esta página y esta foto porque ha sido un poco poder hacer aquella despedida que no pude. También hay otra foto de chavales de un curso o cursos superiores que también reconozco. Están con un novicio que se llamaba D.Emilio. Estuve poco tiempo y es lógico que no te acuerdes. Yo he ido recordado gracias a la foto y a los nombres y os recuerdo a todos excepto a Felipe y Luque que no logro visualizar sus caras. Un abrazo.
ResponderEliminarRecuerdo a
Hola Paco, me acuerdo de tus apellidos aunque ha pasado tanto tiempo que no recuerdo tu cara.To también soy de Málaga, de Carabonela concretamente aunque llevo 30 años viviendo en Coín.
ResponderEliminarMi email eoecoin@hotmail.com .
Un abrazo Juan Alcaide.
Vamos sumando, Francisco. Soy Pablo Torregrosa y yo sí te pongo cara (la de entonces, claro). El año en que te dieron la "carta de libertad" fue bastante pródigo ese asunto. No en vano empezábamos a descubrir un mundo nuevo y las niñas de Pedro Abad colaboraban un poquito. Recuerdo que algunos siguieron el mismo camino que tú durante el curso (Rafael Alcalá, Jacinto Párraga Calero y Francisco Luna Hita los últimos, creo) y otros al fina. Siempre pensé que era una putada porque te partían el curso por la mitad, pero no en vano era un seminario. Ya veo que, aunque te doliera, no te sientes muy mal por la expulsión-. Haces bien, porque la "falta de vocación" y nuestra manera de actuar era algo propio de la edad y, en condiciones normales, no hubiera habido expulsión hasta final de curso porque Don Antonio Moreno -el director- era y es un pedazo de pan, pero otros curas seguían trayectorias opuestas entre sí y la balanza se inclina siempre del lado del débil. Y así, Don Albino García opinaba que teníamos que tener trato con niñas para que el mundo no nos asustara el día de mañana (recuerdo que decía que algunos iban a salir corriendo del confesionario cuando oyeran los pecados); y, por otra parte, Don Leandro Maíllo, era bastante intransigente y el responsable de casi todas las expulsiones (no lo critico porque me consta que lo hacía de buena fe y que no podemos enjuiciar el pasado con los criterios de hoy).
ResponderEliminarDe tí recuerdo que eras muy buena gente, aunque algo retraido, y me suena que eras de un pueblo de la Serranía de Ronda. Quizás esté equivocado, pero eso tiene una buena solución, escápate por el sur allá por el mes de mayo y nos vemos. Un abrazo.
Hola Pablo. Qué memoria tan prodigiosa tienes! Y gracias a ella nos haces recodar poco a poco a los demás; al menos a mí. Por lo que dices parece ser que eso de les expulsiones lo tenían muy por la mano. Y yo que creía que era el único. Realmente era una putada que te echaran a mitad de curso. No sé si con buena o mala fe eran conscientes del daño que hacían. Y tampoco sé que es peor si serlo o no serlo. En cualquier caso aquí estamos con todo lo bueno y lo malo; forma parte de nuestra vida y de nuestra historia. Coincido contigo en que no podemos enjuiciarlo con los criterios de hoy pero impone pensar la responsabilidad que tenían en sus manos.
ResponderEliminarYo también me acuerdo de tí y la impresión que me quedó fué la de un chico, como diría entonces mi abuela, talentoso. Esta es una palabra que ahora no se utiliza mucho pero que quería decir algo como formal, aplicado, pacífico,... No sé si se correspondía con la realidad pero esa era la visión que me transmitías.
Cuando has nombrado a D. Albino me ha venido al recuerdo la primera lección del método Sonimag de francés que utilizaba en clase. Era un método muy avançado y eficaz para su época.
- Bonjour Puchi. Comment vas-tu?.
Podría recitarla entera y tú, con la memoria privilegiada que tienes, seguro que también. Nos la hacía repetir mil veces hasta que la memorizábamos con una pronunciación perfecta.
Espero tener la ocasión de saludarte personalmente en alguna ocasión. Un abrazo y seguimos en contacto.
Hola, Francisco, soy Pablo, de nuevo. No creas que tengo tanta memoria, lo que ocurre es que la tengo de anciano (no me acuerdo de lo de hoy y recuerdo la niñez, je, je).
ResponderEliminarDe verdad me ha alegrado saber de ti y, sobre todo, que hayas conocido que tu caso no fue el único. Imagino que lo peor de todo, a parte de que te partiera el curso por la mitad, era explicarle a unos padres que te expulsaban siendo un buen compañero y cumpliendo con las normas del colegio. No en vano, desde el punto de vista de nuestros padres, no era sólo que el colegio nos posibilitaba estudiar sin ser una gran carga para nuestras familias. Además, es que, por la mentalidad de la época, el sacrificio que hacían era enorme porque dejaban de percibir ingresos de nosotros (yo aun recuerdo el caso de muchos de mis compañeros que en época de aceituna, con 8 ó 9 años, faltaban de la escuela para trabajar cogiendo los salteos).
Si me acuerdo de Don Albino y de sus clases de francés, con un magnetofón enorme y una cinta que parecía de cine de super 8, pero lo recuerdo más de las clases de literatura. La verdad es que terminé apreciando mucho a ese cura y me dolió que, cuando se salió de salesiano, no me dijeran la verdad de donde se marchó (sigo sin saberla).
Fíjate que no recuerdo cuál era mi clase de las que había, pero sí de la campana y las filas. Igualmente de las “actividades” (barrer el patio, limpiar servicios, etc.) y, sobre todo, de las legiones en el mes de mayo (mártires, confesores, ángeles y apóstoles, creo) y de las competiciones de teatro, deporte, … ¡hasta la manera de hacer las camas era puntuable!. Pero hay dos sensaciones que sigo conservando con el paso de los años: el “sabor” triste de las tardes de domingo y la morriña que me producía la trompeta con los sonidos del silencio que cada noche nos ponía Carmelo en disco antes de dormirnos.
No sé si recordarás a un cura muy singular que había en el colegio. Creo que se llamaba “Don Luciano”; no el LucianoLeal Caballero que había en Montilla con la mano especialmente larga y rápida, sino uno mayor que estuvo de misionero en La Pampa en su juventud, que fabricaba medicinas (a mí me curó una ronquera de caballo aspirando vapores de un algodón impregnado en algo) y no dejaba que nadie entrara en su habitación. Recuerdo con especial pena un día, estando nosotros en tercero, que alguien, después de una función lúdica en el patio en la que hubo hasta concurso de baile moderno (que, lógicamente ganó alguien de quinto), le emborracharon un perro que tenía casi tan viejo como él.
En cuanto a “puchi”, creo que todos recordamos de memoria esa lección. Por mi parte, cuando estudié sexto en Granada, me dio clase una de los dos autores del libro y método (Michelle Deschamps).
Y por último, para dar un toque de humor, no sé si recordarás a un cura grandón, con gafas y la cabeza cuadrada que no sé como se llama, pero que cuando iba a decir misa y besaba el ara enseñaba unos calcetines negros y las canillas porque supongo que no llevaba nada debajo de la sotana.
No sé que foto dices con un novicio que se llamaba Don Emilio. Me gustaría verla. Por mi parte, de las que te he mandado a tu correo, una es en el campamento de Castro de Río vestido de OJE (mira por donde nunca estuve apuntado, cosas del campamento); y la otra es de Montilla, de la mitad del curso de primero o segundo (hay otra mitad de otro grupo) y en ella hay bastante gente que luego fue a Pedro Abad. Conozco muchos, pero a otros le pongo cara, pero nó nombre. A ver si entre todos cuando la incluya en este blog ….
Un abrazo-
De D. Albino también recuerdo los paseos por el pórtico antes de la cena. Iba de una punta del patio a la otra a paso liguero y siempre habíamos dos o tres que lo acompañábamos en el caminar incesante charlando. Yo también me acuerdo con mucho cariño de D. Luciano (no recordaba su nombre). Él me enseñó a jugar a las damas con una infinita paciencia. Solíamos echar las partidas en aquella sala acristalada que había antes de entrar al comedor. Él nos daba las clases de religión en tercero. Colocaba encina de la mesa de profesor aquel bonete de tres alas igual al de D. Bosco que sólo el llevaba. Al cura grande de los calcetines también le gustaba el vino. En la consagración siempre se ponía mas del necesario, jajajaj. Dos personas que recuerdo también con mucho cariño era el novicio D. Antonio Maldonado (creo que se llamaba así) que era nuestro tutor de tercero, si mal no recuerdo. Creo que nos daba latín y también se encargaba de los ensayos de los cantos de misa. La otra persona (no recuerdo su nombre) era el administrador. Un hombre gigante de acento canario que entraba por la pista que circundaba el patio conduciendo la DKW. El tenia la llave de la vitrina que había en el pasillo que comunicaba el pórtico con la sala de juegos, y que estaba llena de rosarios fluorescentes, imágenes pequeñas y cuadros y estampas de María Auxiliadora, D. Bosco y Domingo Savio. Tenia su despacho a mano izquierda de la escalera antes de entrar a la Iglesia. Al lado del despacho del Catequista (no recuerdo su nombre) que nos daba Matemáticas con bata blanca y golpeaba con el zapato la tarima cuando nos sacaba a la pizarra y nos equivocábamos en la operación. Seguidamente se arreglaba el flequillo para no despeinarse.
ResponderEliminarD. Emilio es el novicio que hay en la foto con Agea, Pedro Castellanos. Miguel de la Rosa, Antonio Arroyo, Emiliano y otro chicos y que está colgada aquí el día 19 de agosto. También está colgada en esta página http://revistaelcano.webcindario.com/ con una resolución mayor. D. Emilio nos daba Química (creo). Era también muy buena gente y de él recuerdo sobretodo un concierto que montó con los mas mayores abajo en el teatro haciendo playback con la canción Tonigh de los Creedance. Fue un exitazo.
Otro novicio era D. Juan Carlos que protagonizó una historia sórdida que nos tenía a todos acojonados y sin poder dormir cuando llegaba la noche. Lo trasladaron o lo expulsaron a raíz de eso. El último novicio que recuerdo era D. Rafael (creo) que nos daba História.
Bueno lo dejo aquí que ya es tarde. Seguiremos en otro momento.
Un abrazo
Francisco
Hola de nuevo, Francisco, soy Pablo. ¿Y te permites el lujo de hablar de mi memoria?. Mamma mía, que cabeza tienes. Desconozco totalmente la historia del novicio Don Juan Carlos. De hecho ni siquiera recuerdo al novicio que citas. Sí recuerdo una historia como la que pareces apuntar pero en Montilla y con un clérigo que le decíamos “Billy el Niño” porque iba con una pistolilla de las que había antes, con gomas, que lanzaban objeto pequeños y que era un chulillo.
ResponderEliminarTampoco reconozco a ningún don Emilio en las fotos que dices o que entiendo que dices. Vamos a ver, en la del curso superior al nuestro no hay ningún clérigo, que yo sepa, pero algunos de los mayores que participan en el blog nos lo podrán aclarar. En cuanto a otra en la que hay mucha gente, es de Montilla y el único novicio que veo es el quinto por la derecha de la última fila que era de salamanca y se llama Don Antonio César Pedro Arturo Fernández Fernández (Don César para todos) y su sobrino que está debajo de él a su lado.
El de matemáticas del flequillo se llamada Don Eduardo de Haro y era de Granada. Asimismo, era de Granada nuestro tutor que como bien recuerdas se llama Antonio Maldonado López y actualmente es profesor (creo que decano) en la facultad de Psicología de la universidad de Granada. También es profesor en esa facultad el que nos daba historia que, si no recuerdo mal, no era Don Rafael, sino Don Fernando Justicia Justicia, un clérigo que jugaba al futbol de escándalo (se comentó incluso que el Córdoba se lo quiso llevar y el decidió seguir en el seminario).
El gigante canario era don Buenaventura o Don Ventura, que no tengo muy claro el nombre, pero sí de su aspecto y de lo que le gustaba el teatro y lo que nos hacía sufrir y reir a sus compañeros de reparto porque todo lo improvisaba (le daba clase a los externos). Una imagen muy nítida que tengo de él es una furgoneta llena de peces que habíamos cazado (digo bien, cazado, porque fue con las manos) en una excursión a “La Bandera”.
A otros que recuerdo es a Don José Duarte, de Ubeda, que era un músico de la leche y otro paisano suyo bastante alto que creo que se llamada Don José María )este sólo duró un año) con nosotros. Mas tarde hubo otro canario, pero tu no lo conocistes y lo recuerdo muy tímido (le hacía el arco a los alumnos) y se llamaba Antonio Henriquez (creo que así, con hache).
El sitio en el que dices que aprendiste a jugar a las damas lo tengo que recordar a la fuerza porque allí matamos una rata y me hizo frente dejándome los dientes señalados en la bota. No me acordaba del bonete de Don Luciano porque lo recordaba con gorra y bufanda, pero sí es cierto lo del bonete (a menudo se lo quitaba y se tocaba el pelo muy seguido como rascándose)
Que descanses.
Disculpa, pero aquí los demás somos aprendices a tu lado. Te acuerdas de nombres y apellidos completos. Que bárbaro!. Tus correcciones respecto a D. Fernando son ciertas. Y respecto al administrador me has hecho recordar que era efectivamente D. Ventura. Me extraña que teniendo esa cabeza no te acuerdes de D. Emilio. En la foto que están en la escalera de la entrada exterior de la iglesia, D. Emilio (juraría que se llamaba así) es el tercero por la derecha de primera fila. Es el que lleva chaqueta. En lo me parece que me equivoco es que el concierto que hizo no era en playback sino en directo con guitarras eléctricas.
ResponderEliminarEn aquel teatro inmenso recuerdo también la representación de una obra teatral que me impresionó enormemente. La escena primera empezaba con un decorado de la sala de estar de una casa. En un momento dado tenía que entrar un nuevo actor a escena y este no aparecía. De golpe se oyen voces entre bastidores y entra alguien gritando ¡han matado a (no recuerdo el nombre)! Por unos segundos consiguen, al menos conmigo, confundirme y no saber donde empezaba y acababa la realidad y la ficción. A partir de este momento empezaba la trama principal de la obra: el esclarecimiento de un crimen. Desmantelan los decorados. Los actores salen entre el público del patio de butacas i todo el teatro se convierte en el escenario de la obra. El realismo llega a tal punto que anuncian que la policía ha rodeado el teatro para que nadie pueda entrar o salir y se pueden ver sombras a través de las ventanas altas y alargadas que había en el lateral del teatro que daba al exterior. Para un cazurrillo de un pueblo perdido en medio de una sierra como era yo, aquello me transportaba de emoción en emoción y no salía de mi asombro.
Francisco
Hola, Francisco, Pablo de nuevo.
ResponderEliminarSí que tenía claro que se llamaba Emilio el de la chaqueta, pero ni acordarme de su condición de novicio. De hecho sigo sin acordarme de tal hecho. Lo que sí recuerdo es el concierto y, efectivamente, eran guitarras eléctricas. Lo de los Creedance no lo recuerdo porque a mí me acabaron gustando mucho algún tiempo después. En aquella época no salía del "junto a ti al caer de la tarde ..." (je, je). El experto en música era Carmelo Pérez García.
En cuanto a la obra de teatro no recordaba con exactitud la fecha, pero sí recuerdo a gente saliendo del público y pegando voces hasta alcanzar el proscenio. Y entiendo tu emoción, porque fue la misma que yo sentí la primera vez que vi una obra de teatro en Montilla (el mes de Mayo con las legiones era muy prolífica). Aunque aún recuerdo con más emoción en Montilla, asimismo, las vísperas de vacaciones que nos tenían en el cine viendo hasta dos películas para evitar que con la emoción y los nervios alteráramos mucho los dormitorios (se decía que un antiguo alumno salesiano era el dueño del cine de Montilla y veíamos los estrenos). Se me quedó grabada la primera película que vi en el cine de dibujos animados en la que el oso Yogui y Bubu despertaban en primavera después del invierno). Y es que si algo no se les puede echar en cara a los salesianos en la falta de actividad y el gusto por el teatro y el cine (allí vimos el Planeta de los Simios, Farenheit 541, La Máquina del Tiempo ... y tantas películas que abrieron mi mente a la ciencia ficción. También algunas de Romanos o de Espadas y del Oeste, claro).
En el colegio descubrí otra forma de hacer teatro que siempre me ha llamado la atención. Se trataba del teatro leído, en el que había varios pupitres con un flexo y gente sentada, repartida por el escenario, y cuando alguien tenía que leer su papel, actores y narrador, se iba sucesivamente encendiendo y apagando el flexo. Aún hoy me parece un milagro que niños de entre 13 y 15 años guardáramos tanta compostura, atención y respeto en silencio.
En tu correo particular te he preguntado si has recibido la fotografía de Montilla. En ella hay bastante gente que conoces. Estoy intentando recordar nombres que me faltan. Cuando agote mi conocimiento la pondré en el blog, si lo sé hacer, claro.
Un saludo.
HOla, soy Carmelo, ya por varias veces citado por Pablo haciendo referencia a mis supuestos conocimientos musicales, que se reducen a que ponía la música para dormir y "ambientar", a pasear con la radio por el patio escuchando los "40 principales".
ResponderEliminarLa verdad es que la música era y es una de las cosas que más me gustan. Recuerdo un concurso,creo que era en el mes de Mayo,en Pedro Abad, en el que nos presentamos a cantar y quedé el cuarto, cantando la canción de Nino Bravo "Un beso y una flor"; no recuerdo quien me acompañaba a la guitarra. Me acuerdo que en las misas tocaban unos compañeros con batería y guitarras eléctricas y me daba mucha envidia de ellos,porque a mi me hubiese gustado también.
Respecto a lo del cine( que es otra de mis pasiones) recuerdo con especial énfasis que me quedé enganchado con "El planeta de los simios", siendo actualmente una de mis películas favoritas que no me canso de ver.
En cuanto al teatro,nos hicieron quererlo y pasamos por el teatro leido, el teatro masculino y ( ya en Montilla)el teatro mixto. En una próxima entrada cargaré unas cuantas fotos que dan fe de ello. Desde la perspectiva actual es realmente asombroso recordar como TODOS LOS PERSONAJES de una obra de teatro se "convertían" en masculinos y se desarrollaban unas tramas que ahora resultarían divertidísimas.Por cierto que me gustaría mucho saber si alguien conserva un libreto de aquellos teatros masculinos, recuerdo especialmente "La venganza de Don Mendo", si alguien tiene uno me gustaría verlo.
Pablo sigue refrescándonos con tu asombrosa memoria.
Un saludo
Hola a todos.
ResponderEliminarSoy Alfonso Sicilia López, y gracias a Pablo Torregrosa que me ha indicado este blog, he estado viajando al pasado en esta máquina del tiempo. Es curioso como a cada uno se nos han quedado unos recuerdos marcados. Por mi parte, recuerdo especialmente el primer día, con diez años salía por primera vez de mi pueblo, que se llama Carcabuey y me encontraba rodeado de niños que nunca había visto, menos mal que enseguida me fueron presentando y rápidamente comencé a hacer amigos. Yo creo que sería septiembre del 68 y estuve durante 2 años en Montilla y luego 1 mas en Pedro Abad. Al finalizar tercero, también finalizó mi vocación. De Montilla recuerdo especialmente a Don Luciano que durante la hora de estudio se ponía una papelera en la cabeza para detectar a los que levantaban la cabeza y castigarlos. Y las pinturas de cera "Manley" con las que hacíamos dibujos abstractos. Lo que habéis comentado de "Bonjour Puchi..." lo he estado repitiendo cada vez que he ido a Francia... je, je, pensaba que solo me ocurría a mi. Y os acordáis que en el comedor mientras comíamos se leía una novela, me acuerdo especialmente de "Jarkov, kilómetro 1000". Curioso esto de la memoria. Me acuerdo de algunos nombres de mi clase, creo que los grupos los hacían por apellidos, en el mío recuerdo a Franciso Ruiz Valle, a Sanchez López, que jugaba muy bien al ajedrez y no recuerdo si el nombre era ¿Pedro?. A Joaquín Vicent Sánchez, y por supuesto a Pablo Torregrosa.
Otro tema que no recuerdo bien, y a ver si alguien me lo aclara, era que había dos dormitorios muy grandes encima de las clases, y otro encima del comedor al otro lado del patio. ¿La separación era por tema de edad?. Porque solo había 1º y 2º en Montilla ¿verdad?. Y los 2 años míos los recuerdo en el que estaban las clases.
Desde aquí le doy las gracias a Juan Hidalgo por impulsar este blog, y aunque no lo recuerdo, seguro que compartimos patio y comedor en mas de una ocasión.
Me entra una duda a la hora de escribir en el blog, y es que he seguido el hilo de Mayo que he visto que tenía los comentarios de Pablo. Juan recolócalo donde tu consideres oportuno.
Muchas gracias y un abrazo para todos.
Hola, he llegado aquí tras el título de un libro, "Jarkov, kilómetro mil"..."je, je, pensaba que solo me ocurría a mi. Y os acordáis que en el comedor mientras comíamos se leía una novela, me acuerdo especialmente de "Jarkov, kilómetro 1000". Curioso esto de la memoria. " C
Eliminarurioso, curioso , porque era también un libro que leíamos en el comedor de mi colegio, nada menos que en Fuenterrabía (Hoy Ondarribia) en los años sesenta...
En fin, podéis localizarme en http://desdeldesvan.blogia.com
Mariano Ibeas
No seas modesto, Carmelo, que eras un apasionado de la música. De hecho recuerdo los paseos por el patio junto a tí, con una radio pequeña que tenías, oyendo música y yo muriéndome por oir el Carrusel Deportivo. ¿Por cierto, no fué Angel Luque Tapia quien cantó contigo?. De buenas voces recuerdo a un compañero nuestro que se llama Sierra (nó Pedro Sierra, tu paisano de Moclin, sino otro) que cantaba de cine y que quiero recordar que ganó el concurso (o al menos participó con buen resultado cantando "Los Cosacos de Kazán", una marcha de "Katiuska". El recuerdo es nítido porque la zarzuela me parecía un rollo y me extrañó en gente menuda como nosotros alguien que cantara eso).
ResponderEliminarYo conservaba algunos libretos de teatro de Galería Salesiana, pero se los regalé a una amiga que tenía un grupo de teatro de jubilados. Curiosamente tuvimos que rehacerlos para que hubiera mujeres en las obras. Y, sí, eran unos artistas los correctores, porque hacer desaparecer a las mujeres de los textos tenía tanto mérito como que en "Moganmbo" Clark Gable tuviera relaciones con su "hermana" Grace Kelly (dichosos censores de la época que por disimular un adulterio crearon un incesto). De hecho creo que el único texto hecho sólo para hombres era "Esperando a Godot" que Don Albino (quién si nó iba apensar en esa obra) y que íbamos representar Juan Jaspez y yó (Juan se acordará, un texto enorme con sólo dos personajes y monólogos enormes, que al final no se representó y, si te digo la verdad, por suerte).
En cuanto a la obra de Pedro Muñoz Seca, La Venganza de Don Mendo, te prometo,Carmelo, que te la regalo para Navidad, pero de una edición actual en la que Abolafia haga de mujer si me dices quien rompió una canasta del campo de baloncesto que había en el patio al haces un mate (al estilo Sabonis, vamos). Una pista, es de Fuerte del Rey y está en el blog vestido de cura.
Un abrazo. Pablo
Evidentemente Azofaifa, no Abolafia, que es apellido de esta tierra Jiennense
ResponderEliminarHola, Alfonso, soy Pablo. Realmente no recuerdo la existencia de dormitorios en el otro lado del patio de Montilla. Hasta donde me alcanza la memoria sólo recuerdo dormitorios en el edificio principal y en el de enfrente los comedores de los curas en planta baja (con buenas comidas, hasta tartas) y el nuestro en planta primera.
ResponderEliminarYo también recuerdo mi primer día en el colegio (y si no lo recordara, ya se ha encargado mi madre de recordármelo porque me quedé jugando en el patio con un clérigo y ni siquiera me despedí de ella) La pobre lloraba porque me quedaba tan pancho (hay que saber que estaba muy unido a ella porque perdí a mi padre con tres años y era la primera vez que salía de Guarromán, mi pueblo). Yo es que, la verdad, pasé hambre porque era muy melindroso en las comidas, así aparezco en la fotos de la época que parezco un faquir de seco que estaba (tuve y perdí hace tiempo unas fotos de una tabla de gimnasia en el patio con nuestras camisetas rojas sin mangas, aquélla que nos pusieron de acompasamiento la música de "el puente sobre el río Kwai", que eran silbidos y mi madre y mis hermanas que estaban en una terraza que había en el patio junto con otros muchos familiares nuestros no lograron reconocerme) Pero me lo pasé realmente bien salvo hechos puntuales. No recuerdo lo de la papelera, pero sí de lo rápida que tenía la mano Don Luciano. De hecho, la única vez que me han pegado fue él, que me dio un bofetón por quedarme en el aula entre clase y clase.
De mi primer año me acuerdo, como si fuera hoy, de las agujetas que tuve el día después de la primera clase de gimnasia. Me acuerdo que estaba en el patio casi sin poder moverme (y, no creas, como yo, muchos, porque no era igual el ejercicio que hacíamos de niños con el palizón que nos dieron en clase). También me acuerdo de lo tonto que era (recuerdo que el primer examen que hice fué de geografía, que nos daba un cura que era de La Alberca (Salamanca) y cuando nos dijo "mañana examen", me quedé tan pancho, porque no sabía ni lo que era eso. Luego, el día del examen, no hice el ridículo más grande porque nos dieron las preguntas escritas, sino, cuando dijo el cura "no quiero a nadie copiando" sólo entendía no escribir (en mi vida había hecho un examen). Casi me pasa lo de aquel de "quien tenga una chuleta que la tire a la papelera" y tiró el bocadillo. Me salvó la campana de la suerte (je, je,).
(sigo que me ha faltado espacio. Me he pasado, lo siento)
ResponderEliminarHoy, en contacto con Francisco Montemayor, me ha recordado los vasos del comedor de Montilla (de aluminio de colores). Los recuerdo bien, sobre todo los días festivos llenos de vino de Montilla (hoy nos meterían en la cárcel). Y de los peculiares nombre de las comidas salesianas:
"alfalfa" a la lechuga, "telediario" a las cenas, todas iguales; y "trompitos" a los garbanzos (ya sabéis el dicho: si quieres crecer fuerte y sano, toma trompitos salesianos" y de los dos cazos obligatorios de potaje, ...Pero el comedor, además de las lecturas, también tenía una cosa buena que recordarás y es que nos cambiaban de mesa y compañeros cada dos por tres para que nos relacionáramos con gente nueva.
Por cierto, quien jugaba muy bien al ajedrez era Román Fernández Alepuz y Luego José María García Aguirre, que lo recuerdo hasta practicando con los que venían en los periódicos. Y al director, Don Evaristo Rodríguez Ferreira, que jugaba al ping pong de escándalo (claro, también los curas eran mayores que nosotros y es lógico que nos dieran palizas).
A mi me captó en la escuela de Guarromán un cura que no hizo un juego de magia consistente en una moneda que le corría por la manga hasta la mano. Se llamaba don Manuel María Vegas Santos, de quien luego tuve pocas noticias.
Yo de las ceras también me acuerdo y mis cuadros si que eran abstractos (sobre todo porque pinto con el codo de bueno que soy ja, ja, ja), pero no me digas los cuadros de vírgenes y santos que pintaban don Pablo y otros curas. Eran verdaderos artistas.
Había personajes peculiares "el batato", Don Vicente, con su gran memoria que nos organizaba la ropa que nos lavaban y su forma de hablar (atrapemelé, entreguemelé, ... del que decíamos que no podía ser cura porque se volvió loco queriendo aprenderse una guía de teléfonos, ...).
Y a ver si me puedes aclarar algo que tengo vagamente en la memoria: ¿en el pórtico cubierto donde estaban las clases había escudos de todas las provincias o sólo de las de Andalucía?. Un abrazo
Por cierto Carmelo, a ver si cuelgas fotos que te dí del albercón del campamento de Castro del Río (yo no parezco persona, pero Juan Carlos Morente Ruiz de Adana y los demás, entre los que creo que está Manuel Collado o Galán, de Montemayor, que no estoy muy seguro, si que se han de reconocer)
Hola de nuevo, soy Alfonso. Creo que Juan nos va cortar el blog, ¡¡ se lo vamos a llenar !!
ResponderEliminarNo recuerdo lo de los escudos del pórtico, pero los vasos metálicos del comedor, por supuesto que si. Y la tortilla de patatas que era enorme, nunca he encontrado una tortilla como aquella, con una capa casi quemada del tiempo que deberían estar cocinándola. Y lo que habéis comentado del cine, recuerdo como nos contaban los trucos del rodaje de las pelis, concretamente se me quedó como se rodó el repliegue de las aguas en “Los diez mandamientos”.
Y del teatro recuerdo los ensayos por la noche, cuando ya todos se habían acostado, y nos quedábamos ensayando. Luego volvíamos al dormitorio con linternas.
¿Y el coro?, recuerdo la selección, recién llegado haciendo una prueba con alguien que tocaba un piano para ver la agudeza vocal. Y los ensayos a los pies de la escalera principal con un cura que también tenía la mano larga, no me acuerdo de su nombre, ¿Había algún D. Felix?.
Y también la rondalla, yo tocaba la bandurria, y recuerdo una actuación en el teatro en la que se me habían olvidado todas las notas, y no daba una bien, un desastre.
Me acuerdo perfectamente lo que comentas de las tablas de gimnasia y de “el puente sobre el rio Kwai”, la verdad es que nos salió muy bien, con todos los familiares viéndonos.
Tengo una duda sobre los cursos que había en Montilla, yo hice 1º y 2º, pero la pregunta es ¿había mas cursos?. A ver si el resto me aclara esta duda.
Un saludo.
Hola Alfonso,te recuerdo y ahora mas al identificarte en la foto.Habia uno de Carcabuey que era alto y le llamabamos el Largo,eramos bastante amigos.Me podrias decir algo de el.A mi me llamaban Monte.
ResponderEliminarRecuerdo un cura alto y fuerte don Ventura? que se dedicaba a hipnotizar a la gente.Se acuerda alguien?
En Montilla haciamos 1º y 2º curso.Pasabamos a Pedro Abad en 3º
En el edificio nuevo de Montilla, encima del comedor habia un dormitorio que dormian los que eran un poco mayores de 2º, creo recordar.
Saludos para todos
Hola Francisco, había uno alto de mi pueblo que se apellidaba Cruz, pero no se nada de él. Yo me fuí de mi pueblo al año siguiente de dejar Pedro Abad, y he vuelto muy pocas veces. Esa es otra asignatura pendiente.
ResponderEliminarSigamos con los recuerdos. Recuerdo que a la hora de la ducha, que era una vez a la semana, había un cura que manejaba con unas llaves desde la puerta, los grifos del agua fría y caliente, y había veces que para fastidiar cerraba la caliente. Yo tenía mi maleta debajo de la cama, y mi padre me hizo una plataforma de madera con ruedas para poder sacarla fácilmente.¿Era una cosa mía o vosotros también la tenías debajo de la cama?.
Recuerdo que hacíamos unas excursiones atravesando Montilla al campo, a jugar al fútbol en un descampado, y nos daban un bocadillo, pero no recuerdo si eran muy frecuentes o no.
¿Y el campamento de verano con la OJE?. Era en Castro del Rio ¿verdad?. Hay que ver lo que nos hacían limpiar las tiendas y decorarlas, para pasar revista y nos daban puntos, que al final de día se convertían en menciones honoríficas. Menos mal que tenía una buena piscina. Allí fue donde vi por primera vez un aparato de aire acondicionado, en el comedor, y hacíamos trabajos manuales, cantábamos por la noche en el fuego de campamento. ¿Y de las excursiones de exploradores?. Nos daban pistas y había que saber seguirlas, llegábamos hasta el río.
Bueno no quiero ser un pesado. Un abrazo para todos.
Hola, soy Pablo. Efectivamente, yo también tenía la maleta debajo de la cama. Y no sólo la maleta, sino los paquetes de comida que nos mandaban. A este respecto, recuerdo una buena costumbre que tenía los salesianos: cuando recibías un paquete, te lo revisaban y te decían los días que te podía durar; generalmente poquísimos, con lo que te obligaban a compartir con los compañeros la comida. Recuerdo que por la feria de mi pueblo me mandaron un paquetón con calabazas, turrones y cosas así y me dieron …. ¡un día!. Esa misma tarde hice bastantes amigos (je, je). También recuerdo lo de las llaves de paso y las frases: agua ….. jabón ….. agua (y no es que te la cortaran, es que algunas duchas no veían el agua caliente ni en verano). Dices que la ropa te la lavaban en casa, entonces no te tenía controlado Don Vicente (búsquemele, atrápemele, …).
ResponderEliminarAngel García Muñoz me comenta en privado (comparte tu buen hacer en el blog, porfa) que en primero había tres cursos. Por eso tengo mi foto y veo la que ha colgado Juan Alcaide (¿alguien la tiene en mejor estado?) y sabía que me faltaba una porque recuerdo a Ogáyar (de Jimena) en una esquina y más gente que me falta (Francisco Recio Polo, José Nieto, Manuel Collado, Galán …).
Eres muy amable llamando “piscina” al albercón de Castro del Río porque era eso, un albercón que recogía agua del río al mismo tiempo que la soltaba y en ella se veían hasta serpientes de agua. Al menos me sirvió para aprender a nadar. Y sí, recuerdo los fuegos de campamento, coger palodú del río (hasta de un secadero de tabaco que había cerca me acuerdo). También de los jergones de paja y de la sopa que salía limpia de la cocina y llegaba al comedor plagada de mosquitillas. Feliz noche
Hola a todos, soy F.Montemayor.Quien se acuerda en Montilla, de la becerrada que se celebro en el campo de futbol anexo al colegio y que toreo el Puri, para todos nosotros.Que se hizo despues con la vaquilla? ja ja.
ResponderEliminarTambien recuerdo, la especie de romeria el dia de san Francisco Solano.Nos ibamos al campo a pasar el dia.Haciamos diversas actividades y a la hora de la comida,los cocineros del colegio nos hacian una suculenta paella.Que bien lo pasabamos.No recuerdo el nombre de los cocineros porque no es bueno forzar tanto el coco. je je.
saludos para todos los antiguos alumnos salesianos.
Qué gozada encontraros, muchachos!!! Mi nombre es Rafael Rodríguez Martínez. El único sevillano del colegio. Os he descubierto al leer en La Vanguardia, la muerte en África de d. César. Mi círculo era con Vicente Ruiz Raigal, de Torreperogil, actual directo de teatro y poeta, bastante bueno por lo que digo. Otros amigos de mi círculo más allegado eran Francisco Díaz Díaz, de Guajar Alto y Antonio Palma Martín,de Almojia. A Juan Alcaide Merino, me acuerdo de ti, eras rubio finito, nervioso, bajito, muy buen compañero y muy risueño, de ojos azules. Alfonso, de Carcabuey, delgado con las orejas desabrochadas y su pronta, muy empoyon, al que ellos llamaban Rompetechos, muy buena persona, por cierto. A Paco Luna Hita, lo encontré en Valdepeñas de jefe de digestivos en el hospital de dicha localidad. Rufino, vive en Madrid. Angel Marín, tiene un bar en El Viso del Marqués. Felipe de La Plaza, vive en Madrid y Ángel García, Valencia de ATS.recuerdo la heroica paliza de Francisco Recio Polo al maricon de D. Antonio, profesor de música.Yo estaba en clase ese día. También recuerdo el traslado del clerigo García Pozas por abuso de menores a aquel rubito de doña Mencía. Cómo la muerte en el gimnasio de aquel otro de la misma localidad, un domingo después de comer, queréis decir, que el vino, que los domingos nos ponían a tan tierna edad, no tuvo que ver en el asunto? Eran tiempos de resignación y silencio. Ha sido un placer encontraros y os dejo mi número, por si alguno queréis poneros en contacto. Guardo muchos recuerdos. A mí, también me expulsaron de Pedro Abad, por "falta de vocación" y temprana atracción por las faldas. Mi número es 659 49 41 83. Un abrazo aatodos. Deberíamos contactar cuantos podamos y organizar un encuentro en un sitio vacacional cercano a todos. A estas alturas, quién no está jubilado, anda próximo. Sería una gozada.
ResponderEliminarPobre d. César, descanse en paz.
P.d. ah!hace 47 años que resido en La Costa Brava. En Sant Feliu de Guíxols.
ResponderEliminarHola! en la foto de 6º bachiller, la que salen listos para jugar al fútbol, donde se indica "Marcelo" (el 2º por la derecha arriba) es, en realidad, Carmelo Moreno Muñoz, de Mollina.
ResponderEliminarLo sé porque era mi padre, falleció en 2009 y he encontrado esta foto en nuestro album familiar. Y este blog buscando información sobre él. Podríais poneros en contacto conmigo? Mi correo es
javigaonastudio@gmail.com
Estoy realizando un documental sobre una anécdota que siempre me contaba:
"Cuando fui a volver del internado en tren, el busto de arcilla de un Moisés que hice no me cabía en la maleta, asique se lo di a otro niño: mis padres nunca supieron de mi vena artística".
Por pedir me encantaría encontrar a ese chico, quien era. Pero me gustaría empezar por quienes pudieron conocerlo, o quienes dormían en su mismo cuarto o junto a su cama (desconozco si compartíais cuarto) pues mi padre hubo de darle dicho busto de arcilla a alguien cercano a su cama, lugar en el que probablemente hizo la maleta y se dió cuenta de que no cabía.
Si tenéis algún tipo de grupo de whastapp o de facebook me encantaría formar parte para poder obtener mas información. Gracias!